viernes, 23 de febrero de 2007

El Viña del señor empresario

Han pasado unos cuantos días desde que manerasdevivir (y unas horas más tarde la web oficial) anunciaron que el Viña Rock de este año se cambia de ciudad.

Supongo que todos estaréis enterados, y mi opinión es que es una gran cagada y no precisamente porque se lleven el festival de al lado de mi casa. Está claro que el Viña pertenece a una empresa, nos guste o no. Sé que hay mucho idealista y flipao (entre los que me incluyo) que ve en el Viña un festival diferente, al margen de todo lo que los que vamos allí dejamos en las ciudades o pueblos donde vivimos. Una especie de Woodstock a la española. Pero a veces hay que pensar fríamente las cosas, y darnos cuenta que el Viña es una marca, que tiene un dueño, que es una empresa (aunque todavía queda un conflicto que traerá cola entre el ayuntamiento de Villarrobledo y Matarile) y las empresas sólo buscan una cosa que todos sabemos ya: pasta. Podría ponerme a hablar del negocio del rock, algo que hace tiempo que ha quedado alejado del espíritu con que nació, pero eso es otro tema, aunque me hierve la sangre (nunca mejor dicho) viendo lo que ahora es Fito y escuchando a Platero y Tú cantando esto:

Tú te crees que yo te envidio por sonar en los 40
pero no me das ni asco, ahora sólo me das pena;
tanta foto, tanta pose, tanta tanta tonteria,
cuélgate una piedra al cuello y ahora tírate a la ría.

Otro día hablaré de Fito, joder, si es que se me acumulan los temas y me falta el tiempo para escribir, bueno sigamos con lo que iba.

Yo ya tenía la mosca detrás de la oreja desde el año pasado, aunque es cierto que llevamos años oyendo rumores de que Matarile se quería llevar el festival al Levante (también son los dueños de la sala valenciana Republicca). Y es que el año pasado el diseño del cartel cambió por primera vez de artista. Estábamos acostumbrados a ver a un rockero infernal haciendo de astronauta o de Don Quijote, y el año pasado nos vienen con unos monos de kukusumuxu. Algo me chirriaba en ese diseño, y eso que a mí kukusumuxu me mola (yo tenía camisetas mucho antes de que todo el mundo lo conociera).

Podemos entrar a valorar si la decisión de Matarile es acertada en base a criterios empresariales o sentimentales. Los sentimentales no hay duda que serán la semilla de los más agrios y viscerales comentarios en los foros. Por mi parte tengo opiniones hacia los dos aspectos, y es que ni por dinero creo que lo hayan hecho bien. Vale que allí tengan unas instalaciones mejores, ya montadas y listas para usar. Pero lo que poca gente sabe (a no ser que hayáis estado en el Fib) es que el recinto está limitado a 50.000 personas. El año pasado según la organización, al Viña asistieron 80.000 (muchos más si contamos a los que van sin entrada) y creo que a la marabunta viñarockera no le gustará demasiado llegar allí y encontrarse con que no quedan entradas. Los viñarockeros están acostumbrados a ir a Villarrobledo "a la aventura", porque saben el plan que hay allí: acampar entre la mierda donde puedas y pasar tres días de inmundicia. Ahora intentarán meterlos en un redil y vaticino que eso no traerá nada bueno.


Viña Rock 2006

Respecto a lo que a mí me toca, lo peor de todo esto es que nos quedamos los de siempre, los castellanomanchegos, con cara de tontos. Ver que se llevan algo tuyo, que ha nacido en tu tierra y que de no ser nada a llegado a ser algo tan grande, es muy duro. Sé que no tiene que ver, sé que estoy rayando la demagogia, pero es que somos el puto culo de España. ¿Qué hace falta agua en Murcia?, se la quitamos a estos pobres desgraciados; ¿que tienen el mayor festival del país?, nos lo llevamos a la costa. Y así funciona todo. Sinceramente, creo que el Viña ha comenzado su declive, sólo hay que ver dos ejemplos de cambio de sede que acabaron mal: Metal Manía y Festimad. El primero creo que ya ni se hace y el Festimad no es ni la sombra de lo que fue (por no hablar de la penosa imagen que dio el año del tumulto). Es verdad que el Viña perderá parte de su público, pero es igual de cierto que otra gente se verá atraída por el nuevo sitio, playa y demás. Por eso cuando hablo de que es el fin del Viña no me refiero a que desaparezca la marca "Viña Rock", pero no será el mismo festival en el que te da igual estar hasta arriba de barro o agonizando de calor con tal de ver a los grupos que te molan.

Una pena, y eso que el cartel de este año sí que me incitaba a ir. Ahora Villarrobledo dice que organizará otro festival alternativo en las mismas fechas que lo que habrá en Benicassim. Yo por mi parte espero que el primero sea cutre pero honrado y que el segundo se lo queden el tipo de gente que no merece ver a Hora Zulú a las tres de la tarde a 40 grados.

Música: Sober y Sherpa - Los Rockeros Van Al Infierno, Viña Rock 2004 (esto ES el Viña)

miércoles, 21 de febrero de 2007

Único sentido

sábado, 17 de febrero de 2007

Anti-carnaval


Nunca he sido nada de carnaval. Supongo que como casi todos las fobias sin sentido que tenemos viene de algún trauma infantil. Recuerdo que las únicas veces que he participado fue en el colegio y vestido con otros veinte niños de alguna gilipollez (¿cómo no nos iba a traumatizar disfrazarnos de patos?). Al final acababas harto de desfilar y sólo te consolaban las chucherías que te daban al terminar. En fin, que yo hoy saldré "de paisano", y ampliaré los ejemplos de los tipos de disfraces. A lo largo de los años he discriminado diversos grupos, a saber:

  • Disfraz provocativo: es exclusivo de una chica (o casi siempre un grupo), ejemplos claros son el de animadora, ángel o cualquier otro mito alado. Imprescindible enseñar el 95% de las piernas de las que portan este disfraz. Decir que es el único tipo de disfraz que se me ocurre pensar cuando alguna chica me pide ideas para el carnaval.
  • Disfraz cutre: casi exclusivo de grupos de maromos. Apuestas seguras para esta categoría son: albañil, ejército, o vieja. De elaboración nula, se caracterizan por estar confeccionados con prendas domésticas o consisitir en disfraces reutilizados (ver también Disfraz innovador).
  • Disfraz friki: el mejor estilo, si alguna vez me vuelvo a disfrazar espero que sea de lo más friki que haya podido pensar. Pertenecen a este grupo cualquier disfraz relacionado con Bola de Dragón, Los Simpson o cualquier videojuego. Huelga decir que los disfrazados son en su mayor parte tíos.
  • Disfraz elaborado: es el menos gracioso. Suelen estar manufacturados durante muchas horas en aras de lograr algún premio y hacerse notar entre los miembros de las demás categorías. El fin de estos disfraces es absurdo, puesto que normalmente cuesta más hacerlos que cualquier premio que puedan lograr. Cualquier disfraz de época puede servir: romano, charleston, medieval... Incluso el tan manido disfraz de cavernícola entraría a formar parte de esta categoría.
  • Disfraz innovador: otro tipo bastante respetable. Suelen ser disfraces de vida efímera, al contrario por ejemplo que los de la categoría de elaborados, que pueden reutilizarse pasado un número de años prudencial. A este grupo pertenecerían este año el disfraz de Carmen y su hermana (Trancas y Barrancas) o el disfraz de Pelocho (que milagrosamente y gracias al monstruo espagueti volador aún me he librado de ver).
La mayoría de disfraces encajarán en alguno de estos grupos, y es que uno que no forma parte de la vorágine carnavalesca pasa mucho tiempo observando al personal, y en algo hay que entretenerse. Ale, hasta la próxima tontuna.

Música: Keny Arkana - La Rage (recomendada por Chichi, minipunto musical para él)

lunes, 12 de febrero de 2007

El primer momento

Anda que no cuesta poner nombre a un blog. Un título de una canción, una manida frase, un juego de palabras... Y pensando te llega un momento de inspiración fugaz y ¿qué mejor título que ése? Supongo que todas las entradas serán momentos de lucidez, instantes en los que me apetezca compartir algo que merezca la pena. Nada específico: música, cine, ciencia, paranoias, fobias, traumas, y alguna alegría fugaz. De momento lo he creado y he elegido una plantilla que ya no me gusta así que mi siguiente post espero que sea en el formato definitivo. Hasta entonces...