jueves, 30 de agosto de 2007

Fiestas

A un día de las fiestas del pueblo, el nerviosismo empieza a hacer cosquillas. Es increíble que una ilusión tan de la infancia siga en menor medida según nos hacemos mayores. En el fondo sabemos que las fiestas ya no son como antes, desde que el trauma de la convocatoria de septiembre nos ha ido amargando año tras año. Ahora no son los exámenes, pero igualmente siento que mis fiestas están descafeinadas, que les falta ese estar 5 ó 6 días al límite del coma etílico. Otro síntoma más de lo que nos acomodamos al crecer, de la responsabilidad que inevitablemente, aunque no queramos, nos invade a casi todos. Yo quiero quitármela de encima, pero mucho me temo que ya forma parte de mi personalidad.

Próximamente informaré del resultado de este fin de semana festivo, aunque en teoría el viernes que viene aún quedarán los rescoldos de las celebraciones.

En otro orden de cosas: Isa, muchas felicidades ;)

2 comentarios:

Genesis dijo...

Ah? que no vamos a estar unos días al borde del coma?... pues será el primer año entonces,... habrá que pensar algo, sacarnos un dominó o algo... no sé.

Luis Felipe dijo...

Al borde borde... no creo que llegue a estar. Lo cual no quita pillarse una monumental ambos dias (50% done). Hoy seguiremos en la misma linea, jeje. Nos vemos tiu.