sábado, 22 de septiembre de 2007

Chicos, no veáis Cine de Barrio

Estaba yo una tarde de sábado (mayormente hoy) aburrido y no se me ha ocurrido otra cosa que poner Cine de Barrio. Si, lo sé, actitud del todo deplorable pero eh, ¡al menos lo reconozco!

El asunto es que la película que ponían era de Marisol, y entonces he recordado lo mucho que me llama la atención a mí esa chica. Y como es muy malo tener el ordenador a mano cuando alguna neura se me cruza por la mente, pues Wikipedia que te crió a ver qué fue de esta niña prodigio de los años 60. Y el resultado ha contribuido a que mi admiración por ella siga creciendo, pero no por sus películas (españoladas ultra-cutres con canciones sin ningún contenido), sino por la persona.

Marisol fue descubierta con tan sólo 10 años por un productor llamado Manuel Goyanes. Durante el rodaje de su primera película la tuvo prácticamente secuestrada en su casa mientras su madre dormía en una pensión. Con el primer dinero que ganó la niña, su padre compró un carro de caballos para pasear turistas por su Málaga natal. Pepa Flores, ya reconvertida en su alter-ego artístico, pasó a ser un fenómeno mediático manejado por sus productores. Protagonizó infinidad de películas durante la década de los 60 y 70, siempre con papeles de eterna adolescente. Cuando dejó de actuar, Pepa contaba cómo le vendaban el pecho para que su pubertad no fuese un inconveniente en los rodajes. Acabó casándose con el hijo de su mentor, Carlos Goyanes.

Una infancia robada, maltratada, ultrajada. Durante su primer matrimonio intentó sucidarse en varias ocasiones. Se acabó separando y casándose con el amor de su vida, el bailarín Antonio Gades. Fue entonces cuando cambió totalmente su vida, dejó de hacer películas y se dedicó a viajar con el espectáculo de su marido por Cuba. Gran admiradora de Fidel Castro, nunca más quiso que nadie se dirigiera a ella como Marisol. Repudiaba ese nombre y todo lo que representaba.

Sus últimas actuaciones, en el año 84 de la mano de Mario Camus en Los días del pasado y en la serie televisiva El proceso a Mariana Pineda, si bien fueron de éxito moderado (trabajos y directores totalmente opuestos a la basura que fue obligada a rodar en su niñez), acabaron con injustas críticas en las que se hablaba más de su aspecto físico que de su interpretación.

Josefa Flores González, a punto de cumplir 60 años, vive ahora en su piso de Málaga alejada de cualquier aparición pública o mediática. Ni siquiera aparece en las presentaciones de alguna de sus dos hijas que se dedican al espectáculo (María Esteve y Celia Flores). Ha rechazado cualquier oferta de entrevistas o apariciones televisivas. Sin embargo, colabora activamente con ONG's como la Asociación Malagueña de la Esclerosis Múltiple y aún hoy, sigue siendo militante del PCPE.

Nunca más volveré a ver una película suya, prefiero admirarla por lo que es hoy, y repudiar a los que la convirtieron en aquel supuesto "prodigio" que no era otra cosa que una explotación.

2 comentarios:

Genesis dijo...

Joder con Marisol... si es que la vida es una tómbola...

Un abrazo tío!

Luis Felipe dijo...

Ya ves, macho, y yo a estas alturas de la vida que todavía no tengo ni idea de qué cojones es una muñeca chochona!

Cuídate, un abrazo!